Las hormonas son las responsables de determinar lo que hará nuestro cuerpo con lo que consumimos:
- Si utilizarlo
- Si almacenarlo
- Dónde almacenarlo
Y es por eso que mantener un equilibrio hormonal adecuado es lo más importante a la hora de buscar ese cuerpo delgado y saludable que queremos.
Y para mantener ese equilibrio hormonal, hay que comer los alimentos adecuados en los momentos adecuados.
Hoy te voy a hablar de una de las principales hormonas encargadas de regular todos estos procesos: la insulina.
Sigue leyendo para saber por qué la insulina es tan importante, cómo funciona, y cómo tú también puedes controlarla.
¿Qué es la Insulina?
La insulina es una hormona secretada por el páncreas (las células que la secretan se llaman «células beta»). Aunque tu páncreas siempre está secretando un poquito de insulina, ésta aumenta cada vez que aumenta el nivel de azúcar en la sangre (lo cual ocurre luego de que comes o bebes algo).
Mientras más aumente el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre, mayor es la cantidad de insulina secretada por el páncreas.
Esta insulina se encarga de sacar la glucosa de la sangre (llevándola a las células), y en la medida en que lo hace el nivel de azúcar en la sangre va disminuyendo.
Cuanta menos azúcar en la sangre hay, menos insulina se secreta.
De manera que después de una comida, una vez que se comienza a hacer la digestión:
- el nivel de azúcar en la sangre empieza a aumentar,
- el páncreas comienza a secretar insulina,
- la insulina secretada va sacando el azúcar de la sangre,
- el nivel de azúcar en la sangre va disminuyendo,
- .el páncreas comienza a secretar cada vez menos insulina.
Éste es el funcionamiento normal cuando no hay resistencia a la insulina ni diabetes (de esto te comento más adelante).
Insulina: ¿Buena o Mala?
Como el papel de la insulina es sacar el azúcar de la sangre y llevarla a las células (para ser utilizada o almacenada), se considera que la insulina es una hormona anabólica (por poner el azúcar disponible para que la célula la utilice como energía) o de almacenamiento (por hacer que el azúcar se guarde en las células).
Pero no sólo es el azúcar el que se guarda en las células cuando la insulina está presente.
La insulina es como si fuera la llave que abre las puertas de las células. Al aumentar la insulina, las células se abren para que entren los distintos itpos de nutrientes: el azúcar (o carbohidratos, siempre en forma de glucosa), las proteínas (en forma de aminoácidos) y las grasas (en forma de ácidos grasos).
Si estos nutrientes entran principalmente a las células musculares, entonces los músculos tienen la materia prima necesaria para crecer. Además, la insulina promueve la síntesis de nuevas proteínas y evita la degradación de las proteínas ya existentes. Ésta es la función anabólica de la insulina (anabolismo es la formación de nuevas sustancias para el cuerpo).
Pero si estas sustancias entran principalmente en las células grasas, no hay crecimiento muscular sino almacenamiento de grasas. Ésta es la función de almacenamiento de la insulina.
En el primer caso, privilegias el mantenimiento y la regeneración de la masa muscular, lo cual ayuda a aumentar tu metabolismo y mantenerte delgado.
En el segundo caso, privilegias el almacenamiento de grasas en las distintas partes de tu cuerpo (las más sensibles según tu caso), y entonces engordas.
Si tu páncreas no secreta suficiente insulina, pierdes todos los efectos anabólicos, porque no habrá suficiente insulina para transportar todos los nutrientes que necesitan las células para realizar sus funcionas y mantenerse saludables.
Pero si tu páncreas secreta demasiada insulina, o si se encuentra secretando insulina constantemente, se producirá un aumento continuo de la grasa corporal, lo cual tiene cualquier cantidad de consecuencias (no soportar tu reflejo en el espejo es apenas una de ellas).
El detalle está entonces en el equilibrio: cuando tus hormonas están equilibradas, todo va bien.
Cuando la Insulina Se Sale de Control
El caso en que el páncreas no produce suficiente (o nada de) insulina, estamos en presencia de la diabetes tipo 1.
Esta enfermedad es irreversible y usualmente es de origen genético. Se puede desarrollar por la presencia de sustancias alérgenas que estimulan respuestas autoinmunes: tu cuerpo cree que las células beta de tu páncreas son malas, las ataca y las inhabilita.
Quienes sufren de diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina obligatoriamente, o morirán por la incapacidad de sus cuerpos de regular los niveles de azúcar en la sangre.
Ahora, si te encuentras produciendo insulina constantemente (lo cual ocurre cada vez que comes o bebes algo), puede ocurrir que, eventualmente, tus células se cansen de que las insulina las bombardee continuamente y empiecen a volverse «insensibles».
Esto es lo que se llama «resistencia a la insulina«, y es el primer paso hacia el desarrollo de la diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 se caracteriza por producir obesidad (particularmente en la zona central/superior del cuerpo y en la cavidad abdominal), enfermedad cardiovascular, inflamación sistémica y crónica, y una pérdida de capacidad de los músculos para recibir y almacenar los nutrientes necesarios para su funcionamiento (lo cual termina promoviendo la pérdida de masa muscular y la fatiga muscular).
Esta enfermadad que actaulmente constituye una de las principales causas de mortalidad en USA y otros países, es completamente reversible: simplemente hay que re-enseñarle a las células a que escuchen a la insulina.
Aprende a Controlar Tus Niveles de Insulina
Como ya habrás notado, tener niveles demasiado altos de insulina es malo. Tener niveles demasiado bajos tampoco es bueno.
Lo que es importante, es poder manipular en cierta forma la secreción de insulina de manera de aprovechar los efectos anabólicos sin sufrir de los efectos de almacenamiento.
Aunque suene difícil de lograr, esto no es tan complicado.
No, no se trata de darle órdenes a tu páncreas (por más duro que le hables no te escuhcará…). Se trata de saber cómo comer, qué comer, y cuándo comer.
Estas tres cosas tienen efecto en la cantidad de insulina producida y te permitirán aumentar la sensibilidad a la insulina en los músculos, a la vez que disminuyes la sensibilidad a la insulina en las células grasas.
En el siguiente post te explico cómo hacerlo: Resistencia a La Insulina: Cómo Revertirla (O Evitarla)
Hola Maricarmen! El casabe puede ser unvsuatituto del pan?
Sí, perfectamente 🙂
[…] se creía que los azúcares simples elevaban más la insulina (y que, por lo tanto, hacían engordar), y que los azúcares complejos la elevaban […]
[…] el post anterior te expliqué todo lo referente a cómo funciona la insulina en tu cuerpo y por qué es importante mantenerla bajo control para que puedas adelgazar […]